Sinopsis:
En «Oxtiern o las desdichas del libertinaje» Zoloé en los límites de la cuarentena, no tiene menos que pretender complacer a los de veinticinco años. Su crédito atrae los pasos de la multitud de cortesanos y compensa, en cierto modo, las gracias de los jóvenes.
Tiene una mente muy delgada, un carácter flexible u orgulloso dependiendo de las circunstancias, un tono muy insinuante, un disimulo hipócrita, consumado; a todo lo que puede seducir y cautivar, se une a un celo por los placeres cien veces más vivos que Lauréda, una codicia de usurero por el dinero que disipa con la rapidez de un jugador, un lujo desenfrenado que engulliría el placer.